7. Tolosa, Braganza y Donostia. Lugares fundacionales

Presentación: La baronesa abandona Francia con sus dos hijos, Adela y Carlos y se exilia primero en España. El 1 de octubre de 1797 entran en España por Hendaya-Irún-San Sebastián y bajan hacia el pequeño pueblo guipuzcoano de Tolosa, a orillas del río Oria. Pero Tolosa va a ser un lugar de exilio muy provisional: el embajador francés en España presiona al rey Carlos IV para expulsar a los exiliados. En marzo de 1798 sale el decreto de expulsión. Deben abandonar España inmediatamente. G.José Chaminade sigue en Zaragoza porque el decreto no afecta a los sacerdotes. Cuando parecía que el exilio iba a complicarse, el barón de Trenquelléon, desde Londres, preocupado por los suyos, hace gestiones ante el embajador de Portugal en Inglaterra y consigue un permiso para que la baronesa y sus hijos (Adela y Carlos Policarpo) puedan entrar e instalarse en Portugal. Es el gobernador de Braganza el encargado de acogerlos, que los trata desde el principio como huéspedes de honor. Llegan a esta ciudad en abril de 1798. Allí recibirán la visita del barón y al año nacerá en Braganza, Deseada. El 12 de septiembre de 1800 emprenden el viaje hacia la que será la última ciudad de exilio: San Sebastián. El “Diario de viaje” del barón es una fuente documental interesante para este capítulo de la biografía de Adela y su familia. En San Sebastián tiene lugar la primera comunión de Adela, que recibe probablemente en el día de Epifanía de 1800, en la basílica Santa María, catedral con la patrona de la ciudad, la Virgen del Coro. Adela descubrió pronto en la ciudad el convento de Santa Teresa, de las carmelitas descalzas. Es el primer momento que aparece en ella una llamada a la vida consagrada, que comunica a su madre. Adela tiene solo 12 años… Pero la baronesa le dice que debe esperar.